Ver jugar a los perros siempre trae un poco de alegría y sonrisas a nuestras vidas, pero ¿sabemos por qué les encanta jugar?
Resulta que el juego satisface varias necesidades. Investigadores británicos consideran 4 teorías para explicar por qué juegan los perros.
El juego mejora las habilidades motoras de los perros.
Juegan a seguirse, rodar por el suelo, trepar sobre objetos, llevarse objetos a la boca, sacudirlos o morderlos. Los cachorros también aprenden la fuerza de sus mandíbulas al morder a sus hermanos.
A través de todos estos momentos de juego, los cachorros aprenden importantes habilidades que les permiten saber cómo moverse, cómo encontrar comida y cómo defenderse entre congéneres.
El juego les enseña a gestionar lo inesperado y el peligro.
A través del juego, los cachorros aprenden a manejar el movimiento de sus cuerpos cuando se empujan, pierden el equilibrio y a manejar su reacción ante algo inesperado o aterrador.
Los investigadores han estudiado los cambios en el cerebro y los niveles hormonales de los perros cuando juegan. Estas experiencias pueden ayudar a los perros a sobrellevar mejor los momentos estresantes de sus vidas.
El juego aumenta la sociabilidad de los perros.
Los perros jugarían entre ellos para construir relaciones amistosas entre ellos, similares a los humanos.
Los perros prefieren jugar con personas que conocen y es más probable que se acerquen al ganador o ganadores de un juego anterior, sin embargo, no se establece un dominio entre un ganador y los demás participantes del juego, por lo que jugar aquí es una forma de construir amistades. y no un rango social.
El juego es un efecto secundario del aburrimiento
Un perro que tiene demasiada energía o está aburrido usa el juego para aliviar el estrés. Esta teoría, por otro lado, es la única que no ha sido probada por la ciencia. Si ese fuera el caso, entonces no todos los perros estarían jugando, porque no todos los perros están necesariamente aburridos.
Algunos perros no habrán tenido la oportunidad de experimentar el juego tanto como otros, por lo que es importante saber la diferencia entre jugar y pelear. Los signos se pueden reconocer a través de la actitud y el lenguaje corporal de su perro.
En resumen, el juego es fundamental para que el perro desarrolle la motricidad, lo prepare para momentos de estrés y construya relaciones sociales con sus compañeros de cuatro patas pero también con sus humanos.
Un punto importante a tener en cuenta es que un perro que juega no es necesariamente un perro sano, así que presta atención a las señales que te envía tu perro y consulta a un veterinario si tienes dudas sobre la salud de tu perro.
¡Hasta la próxima en El Arca de las Mascotas!
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